El gato rojo rayado

Tuesday, February 20, 2007

El gato que enamoro a la luna

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Monday, December 25, 2006

Los años estan andando en patines

Con el paso de los años, el tiempo pasa cada vez más rápido. El año se fue volando, pero hay cosas que permanecen a los vendabales del tiempo. Innnevitablemente hay otras que van borrando. Queda el mirarse para adentro, tratando de alejar la mirada del ego; queda un gran signo de interrogación que pregunta que es lo que realmente quiero hacer con mi vida, queda un gran espacio en blanco que lo cuestina todo, que a veces no sabe por dónde arrancar pero que finalmente siente calma. Queda el agradecimiento a la vida, a quienes siguen acompañándome en esta travesía, en la juventud... queda un amor tan grande que se rehusa a prometerse futuro, que simplemente se entrega el presente, con angustias pero también con una alegría que sale desde las entrañas. El amor encarnado en un hombre enorme, de mirada profunda y juguetona, de quién hoy por hoy es mi refugio más acogedor, es mi mejor compañero no solo en el amor sino en la vida misma, en los detallitos del día a día, en la ausencia de la rutina y en el anhelar del fin de semana para compartir abrazos y besos de chocoate. No tengo palabras para darle gracias a la vida por el manojo de experiencias que han venido de la mano de este gato aventurero que me enamora con miradas, con lagrimas, con el calor que emanan nuestras almas cuando se abrazan así sea desde la distancia. Si, también queda la incetidumbre de que hacer con un futuro que aveces siento que se rie de quienes tratamos de fijarlo a nuestros propios planes. Sólo le pido a la vida que dirija mi rumbo, que me presente las oportunidades que me convienen, pero sobre todo que me de la capacidad de ver las oportunidades que el universo me presenta.

Sunday, November 12, 2006

De vuelta al ruedo

Hace unos sies meses decidí cerrar mi antiguo blog. Tenía una carga emocional tan fuerte, que me sentía vulnerable con tantos sentimientos al aire. Pero bueno, hoy meses después siento deseos de volver al ruedo, de confesarle al mundo y a la vez a nadie esas penas e ilusiones que van dejando el corazón lleno de lineas que lo hacen inconfundible.